Visión de futuro.

Cuando me siento delante de la bola de cristal para reflexionar hacia donde van las cosas, me encuentro siempre con una respuesta: internet.

Los modelos tecnológicos que generan el avance de todas las sociedades son hoy en día una aplicación informática que ofrece para cualquier espacio físico real una respuesta virtual, su oferta para una nueva era digital.

Así el cine, el teatro, el arte, la música, la televisión... cualquier tipo de actuación cultural tiene su correspondiente espejo en la web, siendo esta capaz de incrementar sus posibilidades.

La tecnología se va adaptando a las diferentes necesidades que lógicamente van sucediendo, pues la misma eleva potencialmente la repuesta final.

Cualquier labor puede ser trasladada al mundo binario virtual, incluso la propia existencia se estudia a través de fórmulas virtuales.

Esto es el presente y por tanto no hay que andar mucho para llegar a que el futuro estará rodeado enteramente por la informática, mediante conceptos digitales y absolutamente virtuales.

Hay que ponerse por tanto las pilas, pensemos en digital.

Los libros no serán papel , la comunicación será móvil e interactiva, el modelo de aprendizaje pasará a ser mucho mas intuitivo y basado en aspectos visuales, el mundo estará sometido a otro espacio donde ese concepto va ser su punto G, y con toda esa información el siguiente paso es el de obtener conocimiento, es decir, saber cual es realmente la verdad.

Si internet se prepara para la 3.0, el ser humano debe de estar bien preparado para internet.

¿Qué es internet?

Internet es el espejo donde nuestra realidad física se traslada a un mundo virtual, donde seguimos estando en un principio de manera incluso ficticia pero que conforme avanza el proceso nos consigue identificar plena y eficazmente, de eso se trata.

Podemos ser personas o empresas irreales, inexistentes... pero también podemos ser lo contrario.

El que no ande por internet ... dejará de existir, o es que no existe.

En esta digitalización de nuestro entorno nos encontramos hoy por ahora con una nueva economía digital, con múltiples monedas virtuales enlazadas a cuentas bancarias reales, donde podemos crear nuestra propia manera de comercio. Cada uno hace su propio juego.

Así mismo los diferentes aspectos culturales y sociales, los laborales o empresariales  encuentran en ese espacio virtual además una enorme autopista de comunicación, que gestionada mediante diferentes comunidades o grupos gracias a la web 2.0, establecen su propias reglas y crean nuevas redes sociales.

Pero si hay algo que distingue una sociedad de la siguiente es el aprovechamiento del tiempo.

"El tiempo es oro".

Es el tiempo el que tenemos que saber controlar, ganar y optimizar, pues en el futuro el capital no va a ser tanto el valor de las cosas, mas bien el factor del tiempo será mucho más precioso.

¿Cuanto pagaríamos por vivir cincuenta años mas?

¿Cuanto nos costaría tener mayor ocio para apostar por nuestra vida?

¿Cuanto nos gustaría a todos poder disponer de tiempo para disfrutar de lo que deseamos?

Todavía nos falta tiempo, a pocos les sobra el mismo, pero a todos nos gustaría poderlo comprar o al menos, tener la opción de ello.

Pensar qué nos ocupa nuestro tiempo es saber que, hoy por hoy, lo intercambiamos por dinero.

En el futuro la tecnología nos hará saber que para comprar  tiempo no va a ser necesario el dinero.

Todo tiene un valor, pero ese lo pondrá precisamente el tiempo.