Responder a la crisis es aprender a diversificar.

La diversificación consiste primero en conocer. 
En el comercio, en las empresas, o como consumidor particular, diversificar es la palabra clave a la hora de poder estar preparados para cualquier contingencia.
Diversificar es generar unas salidas de emergencia en el mercado en el que estamos participando. Esas escapatorias nos pueden ofrecer cierto grado de seguridad cuando por los motivos que fueren necesitemos una huida hacia adelante.
Si pensáramos en un consumidor cualquiera que estuviera en un trabajo, el que sea, sería importante para este conocer maneras diferentes de poder generar otros ingresos económicos o al menos ir trabajando en formaciones que complementen aquellas sobre las que trabaja.
Es por esto que dedicar un porcentaje  por pequeño que sea a invertir tiempo en el conocimiento sobre formas diferentes de generar riqueza, es un comienzo alentador.
La idea de que nada es para siempre es imprescindible para entender por qué debemos diversificar.

En un mercado laboral que depende de diferentes locomotoras que lo impulsan, la responsabilidad de los maquinistas que la conducen está en establecer también esas salidas de emergencia para cada empresa, ya que en las mismas se deposita la confianza económica no sólo de los trabajadores que están para defenderla, también la del resto de personas que conviven en la sociedad a la que pertenecen y que sumando todas ellas constituyen sul Producto Interior Bruto (PIB) de toda la comunidad. Cuanto mayor sea este, mejor van a estar todos, en general.
Aprender a cómo poder diversificar es por tanto también un acto de responsabilidad de todos.
El hecho de ser responsables de personas cuya vida económica va ligada al devenir de cualquier empresa, es pensar no solo en funcion de unas cuentas de resultados o de balances, así dedicar un porcentaje del resultado positivo obtenido por el esfuerzo global de sus trabajadores en sistemas de inversión diferentes al mercado en el que nos encontramos es ofrecer un complemento a un salario establecido.
Este sistema de proceder, que ya utilizan grandes multinacionales mediante generación de fondos privados, debería ser una condición sine-quanon en la manera de proceder por las economías particulares.
¿Qué es diversificar?
El término no debe de asociarse exclusivamente a inversiones especulativas que personalmente no me gustan nada, más bien todo lo contrario, diversificar es encontrar fórmulas alternativas de carácter productivo que ayudan económicamente a un desarrollo paralelo mediante métodos diferentes al de la apuesta que juega en un mercado basado en subidas o bajadas de precios y que además sirva como motor de riqueza global.
Estas acciones, si son tomadas como una fuerza económica, se generan siempre mediante la creación de nuevos mercados, diferentes mercados, ya que ofrecen distintas posibilidades de empleo productivo en los que todos podemos implicarnos, de una u otra manera.
Para crear esos mercados diferentes está el marketing... el marketing inventa, idea y mejora siempre, para eso está, su éxito radica en poder llegar a hacerte distinto, especial... e interesante.
La apuesta especulativa en inmuebles, activos en mercados financieros (bolsa, valores, mercados secundarios...), o formulas alternativas de ahorro (jubilación o pensiones) son una manera individalizadora que a la larga generan burbujas basadas en esa especulación (como manera de generar riqueza) e incluso grandes estafas, es decir, unos riesgos que no podemos controlar. 
 Estas actuaciones que sirven como método para diversificar y son las que mas conocidas, ofrecen el poder a los grandes grupos financieros que consiguen que estemos a expensas de sus decisiones.

Realmente la auténtica diversificación consiste en estar presente en la producción de servicios o en la de productos.
¿Cómo diversificar? La mejor manera de entender cómo diversificar está en el hecho de conocer que como consumidores existe un mercado donde podemos participar de un porcentaje (comisión) del consumo de todos los que participan en el mismo, y esa es una sencilla pero eficaz manera de diversificar ingresos. 
Por comprar un coche, por comprar el pan, por un vaquero o hechar gasolina, por pagar la luz o ir a la farmacia... por todo lo que realizamos habitualmente, es decir, por el hecho de consumir y animar a otros a hacerlo... podemos ganar dinero, y esa es una muy buena forma de fomentar el consumo y la producción. 
 La idea es hacer marketing, es decir, explicar ese mercado, en qué consiste, donde está y cómo promoverlo. Quizás cueste creerlo pero desde nuestro Proyecto Tecopio y a través de un Marketing Cooperativo pretendemos explicar y ofrecer conocimiento, tener una oportunidad de ir creando la necesaria cuota de Mercado y conseguir la fuerza de consumo necesaria, es aprender a entender cómo cualquiera puede diversificar.
Nuestra apuesta por introducir el network-marketing como manera dinamizadora de todo el resto de mercados es clara, y el sistema elegido es una apuesta que se dirige hacia plataformas que entienden el uso de las Redes Sociales como método de trabajo, pues entendemos que mediante las mismas la globalización está a nuestro alcance.
Queda mucho por hacer, pero este es un primer paso hacia la idea general de conseguir el Marketing Cooperativo, en este, el networking se genera de otra manera, pero empezar a caminar es entender cómo hay que ponerse de pie y no caerse, después empezaremos a dar los primeros pasos.

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